
Esta entrega es la primera que realiza una gestión provincial en el alejado poblado al norte de Belén.
El tiempo del carnaval va llegando a su fin y por ello el sábado 17 de febrero, en la Casa de la Cultura se celebró otro ritual tradicional de esta época que es el entierro del pujllay, el dios de la alegría y del carnaval. La organización estuvo a cargo del Ministerio de Cultura, Turismo y Deporte a través de la Secretaría de Gestión Cultural.
Con el profesor Juan Segura y la bailarina Rita Soria como anfitriones, la ceremonia dio inicio en la plaza 25 de Mayo, donde se cantaron coplas con el pujllay, presentado hacia los cuatro puntos cardinales. “Con la tristeza de saber que se nos va este carnaval pero la esperanza de que el año que viene vamos a volver con esa alegría que nos da el pujllay y el carnaval”, expresó el Profesor Segura mientras recorrían la plaza.
Al llegar a la Casa de la Cultura, siempre con el acompañamiento de las copleras y con caja en mano, los concurrentes realizaron el abrazo americano junto a la apacheta, que es el altar de la Pachamama. Todos chayaron, dejaron sus pedidos, y así se dio paso al entierro propiamente dicho del pujllay, que fue tapado con ponchos, con flores y con frutos, para pedir que el año cabal vuelva otra vez. “Échele poquita tierra pa´ que se vuelva a levantar”, cantaban con la esperanza de vivir un nuevo carnaval el año próximo.
La secretaria de Gestión Cultural, Laura Maubecin, y la directora de Patrimonio y Museos, Edith Cardoso, participaron de la tradicional ceremonia que representa una forma de poner en valor nuestra identidad y nuestro patrimonio.
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