La obesidad puede prevenirse

La causa fundamental del sobrepeso y la obesidad es un desequilibrio entre calorías consumidas y gastadas. A nivel mundial ha ocurrido un aumento en la ingesta de alimentos de alto contenido calórico ricos en grasa y un descenso en la actividad física debido a las formas de trabajo sedentario, los nuevos modos de transporte y la creciente urbanización.
El sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo de enfermedades no transmisibles, como las enfermedades cardiovasculares, diabetes, trastornos del aparato locomotor, y algunos tipos de cánceres.
En los niños, la obesidad se asocia con una mayor probabilidad de obesidad, muerte prematura y discapacidad en la edad adulta. Además de estos futuros riesgos, los niños con sobrepeso u obesidad sufren dificultades respiratorias, mayor riesgo de fracturas e hipertensión, y presentan marcadores tempranos de enfermedades cardiovasculares, resistencia a la insulina y efectos psicológicos.
El sobrepeso y la obesidad, así como la mayoría de las enfermedades no transmisibles vinculadas, pueden prevenirse con una alimentación saludable y actividad física periódica.
Es recomendable limitar el consumo de grasa y azúcares, aumentar el consumo de frutas y verduras, y realizar una actividad física periódica.