Toda una familia de tradición telera

Como suele ocurrir en la mayoría de los casos, de los teleros y teleras del interior de nuestra provincia, el arte de transar los hilos y crear obras únicas y para múltiples usos, viene de una tradición familiar arraigada desde lo más profundo.

Cultura19 de julio de 2015Valle CalchaquíValle Calchaquí
Artesano Ramos

 

Este es el caso de la Familia Ramos, que con dos de sus integrantes llegaron a la Fiesta Nacional e Internacional del Poncho, desde la localidad de Norte de Belén de Corral Quemado, tierra de teleros y teleras si las hay.

Roberto es uno de los integrantes de la familia Ramos, que llegó a la Fiesta del Poncho, con sus puyos, mantas, peleros y peyones, para mostrar su arte y también llevar el sustento a su familia de 14 integrantes.

“Nosotros hace 13 años que andamos por acá por la fiesta del Poncho”, comenzaba diciendo este telero del norte de Belén, de pocas pero precisas palabras.

“Somos una familia como de 14 que trabajamos, y yo comencé con el tejido desde muy chiquito, cuando tenía 4 o 5 años, mi abuela me ponía con el uso a trabajar, así que prácticamente toda una vida con el oficio”, comentaba el telero de 35 años, que visita la fiesta de todos los catamarqueños y continuaba diciendo: “esta es una tradición ancestral, que viene de mi bisabuelo, que nos enseñó el tejido en el telar rustico, algo que es muy complicado y en el cual se trabaja mucho”.

Sobre sus comienzos en el aprendizaje del uso del telar, el artesano “belicho” dijo: “viene de mi mamá, mi abuela, que me ensañaron como un desafío, para mantener una fuente de trabajo y así lo estamos manteniendo hasta ahora; para nosotros era como un juego”

En este año 2015, la Flia. Ramos, trajo para poder mostrar y vender, comentó: “este año trajimos cosas grandes, puyos, peyones, manta; nosotros trabajamos con llama y oveja, no tejidos puros”.

“La Fiesta está muy linda, hay mucha gente nosotros aparte de vender venimos a mostrar nuestro producto, que nos conozcan y los turistas nos valoran mucho y eso para nosotros también es importante”, decía Roberto Ramos.

En el stand del Pabellón Nº1 de Artesanías, el telero comparte con su familia, esposa y dos hijos este, los que seguramente continuarán con la tradición que ya lleva cuarto generaciones y que espera, con mucha fé, que continúe por varias generaciones más.

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