Impulsan el desarrollo olivícola sustentable en Catamarca

 El ministro de Inclusión Digital y Sistemas Productivos, Juan Cruz Miranda, encabezó una visita al Establecimiento Doña Icha, reconocido por su innovación tecnológica en el cultivo de olivos y su contribución al empleo en la región. Durante la jornada, se recorrieron las instalaciones ubicadas en Colonia Nueva Coneta y Colonia del Valle.

 En el vivero olivícola de Colonia Nueva Coneta, se pudo apreciar las distintas etapas del proceso de producción de olivos, que actualmente alcanza una cifra cercana al millón de plantas anuales, distribuyéndose en zonas olivareras de diversas provincias como La Rioja, San Juan, Mendoza y Buenos Aires.

 Esta iniciativa destaca la importancia de la mano de obra local, con 55 empleados desempeñándose en diversas actividades relacionadas con la producción.

  Posteriormente, la comitiva se trasladó a Colonia del Valle, donde fueron recibidos por el agrónomo Oscar de la Barrera. Allí, se visitaron las 100 hectáreas de olivos, reconvertidas varietalmente gracias a créditos otorgados por el gobierno provincial.

 El marco de plantación en el olivar intensivo es fundamental para lograr una alta producción y calidad de aceitunas, con más de 1.200 plantas por hectárea y diseñado para una futura cosecha mecánica. Esta técnica, única en Catamarca, se erige como un modelo a seguir para el desarrollo olivícola sustentable.

 “Recorrimos las plantaciones para conocer los procesos en los que viene colaborando AICAT para mejorar la productividad. Para nosotros es muy importante acompañar estas políticas que mejoran los procesos productivos porque hacen crecer la producción y la mano de obra que se realiza en la provincia", expresó el ministro Miranda, quien estuvo acompañado por el presidente de Agroindustria Catamarca, Dr. Sebastián Espilocín.

Durante la temporada de cosecha de la fruta, el número de trabajadores se amplía a más de 100 por día. Esta visita resalta la importancia de invertir en tecnología para el sector, evidenciando grandes avances en la trazabilidad de las labores de campo, la capacitación del personal local y el tratamiento de fitosanitarios, garantizando así la seguridad alimentaria y el desarrollo de la industria olivícola en la región.