“El CIIC es más de lo que esperábamos, nuestras expectativas están superadas”

Valeria Zárate, es maestra de los egresados de sexto grado de la Escuela N°306, Mesada de Zárate – Fiambalá, Tinogasta, y junto a sus alumnos y 300 huéspedes que se alojan en el CIIC disfrutan del Programa “Jugamos, Aprendemos y Compartimos Nuestras Cosas” en una semana de diversión plena.

Educación 21 de noviembre de 2019 Valle Calchaquí D Valle Calchaquí D
Pileta CIIC

De ojitos almendrados y pómulos marcados en su rostro, los egresados de la Escuela N°306 de la inhóspita localidad de Mesada de Zárate, Fiambalá, departamento Tinogasta, llegaron este lunes al CIIC con los bolsos cargados de ilusiones y expectativas por conocer por primera vez la ciudad. Junto a 300 egresados llegados desde Belén, Valle Viejo, Santa María, Paclín, Capital, Andalgalá, Capayán, Ambato, Tinogasta y Santa Rosa, los chicos disfrutan de una semana de experiencias inolvidables que propone desde hace cinco años el Programa “Jugamos, Aprendemos y Compartimos Nuestras Cosas”, impulsado por la Gobernadora Lucía Corpacci.

Junto a su seño Valeria Zárate, quien no deja de mirarlos llena de emoción, los egresados participan en todas las actividades propuestas pues “para ellos todo es novedad”, como comentó la seño que los acompaña “de abajo para arriba”, tal como ella se refiere a sus recorridos por todo el predio junto a los niños.  “El CIIC es más de lo que esperábamos, nuestras expectativas están superadas. Aquí ellos pudieron conocer muchas cosas que allá no tienen como la pileta, los bailes, los juegos”, comentó la maestra con una amplia sonrisa de satisfacción en su rostro aunque resaltando que “como mamá tuve la oportunidad de que mi hija viniera al CIIC hace un par de años atrás y nos decía que no se quería volver. Yo pensaba que no debía haber sido para tanto, pero al vivir la experiencia me doy cuenta de que sí, supera todas las expectativas”, aseguró la docente.

Observar de lejos que sus egresados disfrutan de bailar y jugar, emociona a la seño Valeria. “Que aquí tengan todo, porque muchas veces hasta la comida falta en algunos hogares, y ver que en el CIIC los chicos del campo se siente como uno más de los lugares más cercanos a la ciudad, nos enseña a los mayores que la integración es posible”, reflexionó la docente. Pero, pensar en el día viernes, y tener que devolver a su lugar de origen a sus niños emociono aún mas a la maestra que con voz entrecortada y la mirada perdida en el horizonte reflexionó que “de mi parte me voy a llevar amistades, porque no solo los niños disfrutaron sino nosotros también. Los niños se van a llevar con ellos todo este lugar, nos llevaremos con nosotros cada partecita del CIIC, hasta de la habitación donde nos alojamos que es tan linda”, dijo con la voz quebrada y los ojos brillantes de emoción tras mencionar que “se van a llevar muchos recuerdos lindos y la experiencia de haber vivido nuevas experiencias, saber que hay otras expectativas de vida y que pueden tener otras oportunidades” afirmó Zárate.

 

“Vida simple”

Mesada de Zarate es una inhóspita localidad de la Catamarca profunda que no muchos tienen la oportunidad de visitar. Con un paisaje hermoso que surcar para llegar, la Mesada (como le dicen) dista a 140 km de Tinogasta. La vida en la Mesada es monótona y sin sobresaltos como sucede aquí en la ciudad. “Su vida es simple, y por más frio que haga, corra el zonda o nieve los chicos nuca faltan a la escuela.

Tenemos niños en la escuela todos los días y esto sucede porque la escuela es lo único que tienen, momento en el que comparten con sus compañeros, reciben un plato de comida todos los días o una taza de té caliente porque sus familias viven de los animales”, comentó la seño Vale sin olvidarse de mencionar que “en la escuela nuestros alumnos se quedan más tiempo del que debieran, porque buscan libros o algo para llevar a sus casas para entretenerse porque en el pueblo no hay una plaza o actividades diferentes para distraerse como hay en otros lugares donde existen opciones como danza, futbol… Los vi crecer desde chiquitos y ellos solo conocen de ir de la casa a la escuela y de cuidar a sus animalitos”, aseguró la docente.

Sin olvidarse de agradecer el sueño cumplido de sus alumnos, la docente resaltó que “la Gobernador hizo con este CIIC algo muy lindo. Darnos la posibilidad a todos los catamarqueños, no tan solo a la gente del interior sino que podemos disfrutar junto a la gente de capital es algo muy lindo.

Quiero darle mi agradecimiento por darle la oportunidad a los niños del campo que salgan y conozcan que hay otra realidad, porque no solamente es salir de la escuela y cuidar animales, que es su realidad”, dijo emocionada la docente sin dejar de mirar de lejos a sus niños que bailaban en medio de una marea de sonrisas en el CIIC.

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